martes, 25 de noviembre de 2008

Dos éticas: Sabater/Planeta-LLedó/Zambrano

Desde hace ya tiempo veníamos pensando que la ética a amador sabateriana tenía que hacer agua por algún lado, sobre todo después de aquel ensayo titulado La tarea del héroe, donde el nihilismo del autor cambiaba de signo y encontraba, en el más tradicional pensamiento ilustrado y democrático, además español, sin el más mínimo rigor, la nueva idea del progreso histórico: de la transgresión al contrato, lo que a la postre le ha llevado a sus posiciones políticas actuales y a ganar cien millones de las antiguas pesetas preséntandose al premio Planeta. ¿Dónde se puede producir un hecho así en la europa filósofica actual?: Derrida, en Francia, presentándose a un premio literario; Sloterdij en Alemania. Por favor, dónde vamos. Encima Ética para amador se tiene que leer como lectura obligatoria en los estudios secundarios de este país; y más encima todavía algunos amigos me dicen que en Europa pasa igual. Pues será en la nueva ética planetaria. Y conste que no he leído la novela, ni falta que hace, no me refiere a una cuestión estética, si no a una ética, aunque siempre se ha dicho que ética y estética es lo mismo, desde luego para este país que nunca le ha interesado para nada nada ni la ética ni la estética.

Pues bien, ahora viene Emilio LLedó y consigue un premio menor, el María Zambrano, que se otorga en el pueblo malagueño de Vélez-Málaga donde la autora del no-ser vio la aurora por primera vez. Una ética, esta sí, referida a una sociedad civil española y contemporánea sin olvidar la antigua griega. Una epistemología sobre el lenguaje y la otredad que aborda la actual reducción y corrupción del mismo por los productos culturales de consumo y evacuación rápida. Una ética civil de los afectos, no de los amadores del pragmatismo más ramplero.
El aprecio por la literatura de estos dos escritores los ha llevado por diferentes razones: la razón planetaria y la razón poética y vital, respectivamente.